viernes, 21 de agosto de 2009

Oscar Bañares, primer campeón argentino

En tren de programar el Encuentro de los Siglos, tengo oportunidad de reencontrarme frecuentemente con viejos amigos y queridos camaradas paracaidistas.
Ayer visité a Oscar Bañares, quien fuera el primer campeón argentino de precisión de aterrizaje, en los antiguos campeonatos organizados - por aquel entonces - por la Dirección Nacional de Aviación Civil, diez años antes de que fuera fundada la FAP. Cuando comenzó la etapa federativa, con campeonatos realizados bajo normas internacionales, el primer campeón fué Horacio Barbieri, otro querido amigo contemporáneo de Oscar.

El torneo se desarrolló en el Aero Club Coronel Pringles, en la provincia de Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1952. ¿Podrán imaginarse ustedes con qué paracaidas se saltaba y se practicaba precisión de aterrizaje hace casi seis décadas...? Redondos totales, solo con una pequeña válvula de escape, casi ninguna posibilidad de maniobra, más que hacer una apuntada medianamente certera, apelando a la buena voluntad de las condiciones climáticas.El círculo de aterrizaje era una circunferencia de 10 metros de diámetro pintada a la cal, y ese era todo el "blanco", "disco ó diana" disponible.

Oscar, que representaba al Círculo de Paracaidistas Cóndor, hizo una marca de aproximadamente 20 metros...todo un logro para esa época, ganándole por poco más de medio metro a Rubén Abramo, del Aero Club La Plata.

Veamos algunas fotografías:

Foto 1: Un primer plano del trofeo "Dirección Nacional de Aviación Civil", donde se aprecian detalles del 1er. Campeonato Nacional de Paracaidismo.

Foto 2: Oscar, junto a los tres trofeos ganados en aquella oportunidad.

Foto 3: Oscar Bañares, feliz y sonriente con sus 79 jóvenes años, junto al pequeño rincón de los recuerdos, que armó en el living de su hogar.

paracaidistas.veteranos@gmail.com






jueves, 20 de agosto de 2009

Visita desde Mallorca


Omar Guerreiro, veterano paracaidista y volovelista argentino radicado en Palma de Mallorca desde hace 19 años, estuvo visitando a sus familiares en Río Tercero, Córdoba. De paso por Buenos Aires, tuvimos el placer de compartir junto a él un día completo, cambiar ideas y formular proyectos relacionados con el próximo Encuentro de los Siglos. En la foto, los veteranos Omar y Tomás, junto a las siempre jóvenes y sonrientes Norma Sansone y Amanda del Valle.

paracaidistas.veteranos@gmail.com

martes, 18 de agosto de 2009

Recordando el 2do.Panamericano

Roberto Muñoz nos envió, desde Mar del Plata, esta dos fotografías correspondientes al "2do. Campeonato Panamericano de Paracaidismo" realizado en Jujuy, Argentina, en 1973.

La primera fotografía fue tomada frente al alojamiento de las delegaciones, el Hotel Alto de la Viña, y la segunda en la Finca Calilegua, donde todas las delegaciones disfrutaron de un gran asado criollo, luego de haber saltado en la pista del Ingenio Ledesma.

Muy lindo recuerdo, y seguramente muchos veteranos podrán identificarse en las fotografías; les dejamos ese trabajo y si desean colaborar, pueden enviarnos los nombres de aquellos participantes que logren identificar.





miércoles, 12 de agosto de 2009

Feliz reencuentro con el Lince en EEUU

En el paracaidismo deportivo se forjan amistades imperecederas, muy fuertes y fraternales. Creo - porque lo estoy viviendo casi a diario - que una de las más grandes emociones que nos proporciona el Club Internacional de Paracaidistas Veteranos, es el de reencontrarnos con queridos amigos, con quienes hemos compartido competiciones internacionales y muchas vivencias siempre relacionadas con nuestro apasionante deporte.

El 4 de agosto compartimos una espléndida cena en la hermosa casa de nuestro hermano Víctor “Lince” Nickolich, junto a su bella y simpática esposa Loes y sus hijos Stana (14) y Lucas (11). Una familia formidable que nos brindó la hospitalidad amorosa y afectiva que solo se les da a los seres muy queridos.

Fue una noche inolvidable donde abundaron los recuerdos, las anécdotas y el relato de lo que ha transcurrido en nuestras vidas durante todo el tiempo que no nos vimos personalmente. Obviamente todo aquello rodeado de una magnífica mesa, servida por las expertas manos de la “cocinera en jefe” Loes, y un exquisito cabernet sauvignon cosecha californiana de Napa Valley.

Mi esposa Amanda, mi hijo Martín y mi nuera Gabriela, quedaron muy impresionados por el cariño con que nos agasajaron Lince y Loes, y el firme compromiso de repetir este encuentro en Córdoba en abril de 2010.

En las fotografías que incluimos a continuación, podemos apreciar los rostros de inocultable felicidad por el reencuentro, donde dos veteranos paracaidistas comparten con dos jóvenes señoras - también ellas paracaidistas – integrantes del grupo femenino de nuestro club.

Tomás Berriolo